Valldemossa es uno de los pueblos de Mallorca más solicitados en los buscadores de todo el mundo. Es una referencia para muchos turistas que vienen a la Isla de vacaciones ya que ofrece mucho de los atractivos que un viajero busca al llegar a su destino.
Pero para los mallorquines también es un lugar especial que esconde muchas sorpresas, aquí os desvelamos algunas.
¿Qué ver o qué hacer en Valldemossa?
Valldemossa está situado en pleno corazón de la Sierra de Tramuntana.
Lo primero que debemos hacer es simplemente pasear y perdernos por sus calles empedradas.
Esta muy bien conservado y veremos infinidad de casas con muchas macetas de plantas en el exterior. Si nos fijamos un poco más en las entradas de las viviendas veremos que la mayoría tienen una baldosa pegada que tiene pintada alguna escena de la vida de Santa Catalina Thomàs, la Santa más venerada del pueblo y cuyas fiestas de la beata son muy conocidas.
En la calle de la Rectoría encontraremos su casa natal que se ha transformado en una capilla y se puede visitar de forma gratuita. Está calle además es una muy buena representación de la arquitectura de todo el pueblo.
«La cartuja de Valldemossa»
Pero hay mucho más, los jardines de la Cartuja de Valldemossa son de acceso libre y son un pequeño laberinto de setos en cuyo interior hay una gran variedad de rosas que en primavera florecen en todo su esplendor. Un lugar donde a los niños les encanta jugar al escondite.
La Cartuja se puede visitar aunque es de pago. Actualmente está dividida en nueve partes. La pareja de artistas románticos Frédérick Chopin y Aurore Dupín (George Sand), vivieron en una de sus celdas durante el invierno de 1838 a 1839. De esa estancia y por parte de ella nos queda uno de los libros más vendidos en el pueblo: Un invierno en Mallorca.
Por parte el legado de Chopin son una serie de composiciones que todavía aún hoy son interpretadas alrededor del mundo. En la propia visita podemos asistir a un pequeño concierto para escuchar algunas de las piezas más representativas del compositor.
«El mirador de Miranda des Lledoners»
Muy cerca está el mirador de «Miranda des Lledoners«. Se accede desde la calle Jovellanos muy cerca de la plaza de la Cartuja. Tras cruzar un arco de piedra, accedemos a una zona donde veremos una hermosa panorámica del pueblo donde sobre sale la parroquia de Sant Bartomeu con su carismático campanario. La iglesia desde allí esta a unos pocos minutos andando.
«Sa coca de patata de Can Molinas»
A nivel gastronómico debemos destacar la famosísima coca de patata de Can Molinas, además del horno tienen 2 locales donde podemos pedir un buen chocolate con la coca. Su receta es secreta y aunque la han intentado imitar nadie ha conseguido ese sabor tan especial.
El horno original y en el que todavía podemos comprar fue fundado en 1920 por Don Miguel Cañellas y Doña María Estrades. Esta en la calle de la Rosa, nº4. Actualmente lo regentan la tercera generación de la familia.
La caza. Tramuntana = Valldemossa
Pues sí, la segunda parte de esta famosa serie de TVE «La caza. Tramuntana» se rodó en Mallorca y en concreto en Valldemossa, aunque en la serie el nombre que recibe es Tramutana.
La mayoría de callejones y casas que aparecen durante los sucesivos episodios son un protagonista más de esta temporada.
Desde aquí podéis ver otras espectaculares localizaciones de la serie rodada en Mallorca.
«La playa de Valldemossa o Port de Valldemossa»
Curiosamente el pueblo dispone de puerto y playa pero está en las afueras.
Saliendo del pueblo en dirección Deià, debemos seguir por la carretera MA- 1130 pero en dirección Esporles y Andratx. A unos quinientos metros encontramos el camino que conduce hasta el Puerto de Valldemossa. Es a través de una carretera estrecha de unos 3 km de curvas pero si nos atrevemos merece la pena.
El puerto cuenta con dos zonas de baño con piedras (no son de arena) y un restaurante. Es un lugar pequeño pero muy bonito, el agua suele estar limpia. Su entorno es muy pintoresco donde podremos ver también casitas de pescadores y sus barcas amarradas cerca de la orilla.
Hay aparcamiento gratuito pero con pocas plazas.
«Puesta de sol en Sa Foradada»
Está vez, si cogemos la carretera hacia Deià, de camino, recomendamos llegar al mirador de Sa Foradada para disfrutar de una magnífica puesta de sol o incluso hacer la excursión hasta la famosa roca. En este caso conviene dedicar una jornada en exclusiva.
Es posible aparcar fácilmente aunque en verano suele esta abarrotado porque es un lugar muy frecuentado por turistas. Aún así, el espectáculo natural merece la pena.