Deià, también lo veremos escrito como Deyà, es otro de los pueblos de la Isla que no debemos perdernos no sólo por su ubicación, en plena “Serra de Tramuntana”, sino también por su estado espléndido de conservación. Limita con los municipios de Valldemosa, Sóller y Bunyola.
Un pueblo abierto al mar y a la montaña. El agua, sobre todo en invierno, es parte de su esencia. ya que atraviesa muchas de sus calles gracias al Torrent des Racó que se une al Torrent Major para desembocar en Cala Deià.
Sus casas también mantienen una arquitectura homogénea y la zona tiene un marcado aire histórico y cultural que lo convierten en visita obligada para aquellos amantes del turismo por Mallorca.
Sus calles estrechas son fruto de trazados creados en la edad media y durante la dominación musulmana.
¿Qué hacer o que ver en Deià?
Iglesia de San Juan Bautista
Uno de los paseos más bonitos que podemos hacer es aparcar en alguno de los parkings del pueblo y subir a pié hasta la iglesia de San Juan Bautista. Podemos hacerlo por ejemplo por la Calle es Puig.
Este edificio parroquial esta compuesto de una sola nave cubierta por una bóveda de medio cañón, siendo su planta cuadrada, con una torre de defensa a su lado que actúa a modo de campanario. Estas torres eran necesarias para vigilar las posibles incursiones de piratas y corsarios tan frecuentes en la Isla.
En frente de la iglesia podemos ver el monumento a William Waldren junto a dos enormes cañones (es el Mirador de los cañones). Este personaje era un arqueólogo estadounidense que encontró el Myotragus balearicus, especie extinguida en Mallorca, que vivió hace unos 5.000 años. Podemos ver una recreación del esqueleto de esta especie en el Museo Balear de Ciencias Naturales ubicado en Sóller.
Desde este mirador sobresale el Puig des Teix y que reconocemos fácilmente porque su cima sobresale entre las demás.
Un cementero ilustre con vistas al mar
Detrás de la iglesia tenemos el cementerio municipal. Su ubicación es increíble, se sitúa en la parte más alta del pueblo y tiene extraordinarias vistas.
Allí está enterrado el escritor y poeta británico Robert Graves, cuya casa museo también se puede visitar. La vivienda mantiene el aspecto y la atmósfera originales, tal como estaba cuando Robert Graves la habitaba desde 1929 hasta su muerte en 1985. Su obra más famosa es «Yo, Claudio» que en los años 70 tuvo una adaptación para la TV.
Refugi Can Boi
El pueblo cuenta con un refugio de montaña que forma parte de la red de refugios de la Serra de Tramuntana y que podemos reservar buena parte del año.
Su nombre es Can Boi y si tenemos ocasión, merece la pena visitar su almazara en perfecto estad de conservación que incluye los principales elementos destinados a la elaboración del aceite: almazara, prensa de viga, fragua y graneros. El pueblo cuenta con grandes olivares en sus alrededores.
Excursión circular a Cala Deià
Desde el propio refugio se puede iniciar una ruta circular a Cala Deià que detallamos en esta web y que es bastante corta. Durante el camino, si ha llovido bastante, podremos ver el caudal del Torrent Major que desemboca en la misma cala.
Además de la playa, hay un restaurante abierto en verano y es un pequeño puerto donde encontraremos embarcaciones aparcadas.
Ruta circular por Deià: Es Cami «des racó»
Una forma fácil de disfrutar del abundante agua que suele haber en el pueblo en invierno, es hacer un pequeño recorrido circular. Lo llaman «Es Cami des racó».
Esta pequeña ruta la iniciamos desde los lavaderos públicos, ubicados en la carretera principal. Es muy fácil de ver porque a su izquierda tenemos un camino empedrado de subida precioso y una espectacular cascada que pertenece al “Torrent des Racó”.
Básicamente se trata de realizar la subida acompañando al agua durante unos minutos donde llegaremos a un pequeño puente que deberemos cruzar para coger el camino de la izquierda que está asfaltado. Desde aquí, ahora de bajada, tendremos otra bonita perspectiva del pueblo donde el color verde contrasta con el marrón de sus casas empedradas.
En un momento dado, a mano derecha, volveremos a ver un pequeño camino de piedra de subida llamado «Camí de Ca’n Fussimany», no tiene pérdida porque veremos una placa cuadrada con dicho nombre.
Este camino nos llevará de nuevo a la carretera y deberemos bajar de nuevo hasta los lavaderos porque justo delante tenemos una bajadita con otra vista del torrente muy bonita. Si siguiéramos hacia abajo llegaremos al Refugio de Can Boi y al inicio de la excursión de Cala Deià que es donde desemboca toda el agua que hemos visto a través del Torrent Major.
Duración: no más de 40 minutos.
No es accesible para carritos pero se puede hacer con niños pequeños sin problema.